Creo que el dolor y el hambre son necesarios para entender que uno está vivo. Pero para sentirse vivo a plenitud existen muchas cosas que no son tan masoquistas.
Quizás no todos lo recuerden, pero pregunto les pregunto cómo fue su primer beso. Es más, y creo que más importante que eso, como fue su primer beso que se dieron con la persona que querían besar en serio.
Obviamente esta el sexo, pero en especial el sexo que se hace afanosamente y que termina en un éxtasis de exageradas proporciones, capaz de provocar calambres inhumanos y taquicardias severas. Definitivamente un buen polvo.
Como olvidar la primera vez que re dan un carro, la primera vez que se te pinchó un caucho, la primera vez que le diste el toque técnico respectivo al carro de tus viejos, el día que sacaste tu carro del concesionario. Y, cómo no, ese día maravilloso en el que tomaste la recta más recta de la carretera con la música a todo volumen (Aces High de Maiden en mi caso) y lograste que el carro llegara a marcar los 240 km/h.
Como dejar a un lado la primera pea con tus amigos, la primera pea de despecho, la primera pea porque te despidieron y la primera pea porque celebraste tu primera graduación. Como olvidar el primer cigarro y por qué te lo fumaste. Como olvidar la primera vez que estuviste sólo y pensaste que no valía la pena la vida. Como olvidar el día en que ella, se acercó a ti y te dijo su nombre.
Como olvidar los días de lluvia en el Ávila, con su olor a tierra mojada. Menos olvidar las noches en lagunazo tomando aguardiente y comiendo pepitos. Como olvidar que la vida sigue pasando y uno sigue recordando.
Pareciera mentira, pero hay tantas cosas buenas en la vida para recordar que un día pasaste hambre o que algo dolía. Pero en definitiva, uno lo bueno lo deja pasar, sin embargo, lo malo, lo malo siempre se queda. Yo creo que por eso es famosa la frase que dice que Dios es el único que salva, pero chamo, el que corre es uno.
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