Definitivamente uno se preocupa demasiado por los pendejos.
Hoy uno de esos dias donde no me debí haber levantado de la cama, un dia donde alguien colmó tu paciencia, un dia de esos que, coño, querias mandar todo al carajo; alguien, diría yo hasta un perfecto desconocido, a las 5 de la tarde, después de uno de esos dias, viene y te recuerda quien eres y lo que quieres.
Que manera de darse cuenta que uno se preocupa demasiado por los pendejos.
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