Twitter nos da una posibilidad que está ausente de otras redes sociales como Facebook, LinkedIn o Pinterest. Puede que no tenga la misma cantidad de usuarios que la red de Mark Zuckerberg pero sí tiene una ventaja importante: odio usar la palabra “viralización” pero es una de las que mejores aplican. Con Twitter, podemos generar una consigna divertida y hacer que los usuarios participen: lo vemos diariamente en los Trending Topics de la plataforma. Los hashtags (ya saben, las palabras con el # adelante) son todo un acontecimiento dentro de la red social.
También pueden ser una excelente forma de promoción o de interacción con usuarios. El secreto está en crear hashtags interesantes para hacer que incluso usuarios que no nos siguen participen, o se vean motivados a usarlo. Algunos Community Managers están incluso obsesionados por lograr ese hashtag que realmente sea exitoso, un Trending Topic que haga que los usuarios hablen de nuestra marca tanto que estemos en la famosa lista de Twitter. No siempre lo logran, pero seguro que lo intentan.
No creo que tenemos que tener en mente la búsqueda de un Trending Topic cuando creamos un hashtag. De hecho, lo que tenemos que pensar es en involucrar a la mayor cantidad posible de personas. Por eso, tenemos que usar los hashtags de forma creativa pero mesurada. Esto es, no usar constantemente hashtags que mareen a nuestros usuarios, o que no aporten nada. El mejor hashtag es el que presenta una propuesta, relacionada con la marca pero que no haga que los usuarios sientan que les estamos “vendiendo” algo. La mejor oportunidad para usar hashtags es:
- Eventos
- Concursos
- Consignas divertidas
- Encuestas
Por ende, no podemos dar un recetario sobre cómo hacerlo. Pero podemos dar algunas recomendaciones que pueden llegar a funcionar. Recordemos: la idea no es que sea exitoso, sino que interese a los usuarios que ya tenemos. Si llegamos a ganar nuevos usuarios, eso será aún mejor, pero no debería ser nuestra meta final.
Diversión: lo más importante que tenemos que tener en cuenta es que si vamos a proponer un hashtag, tiene que darle algo a los usuarios. Si no es la promesa de obtener algo –como por ejemplo en un concurso o sorteo- entonces tiene que ser la diversión. Por eso, la consigna y el hashtag tienen que reflejar esta diversión.
Simplicidad: ni demasiado largo, ni demasiado complicado. Tratemos de mantenerlo bien simple, con la consigna implícita en el hashtag –si es necesario, hasta podemos eliminar el nombre de la marca del hashtag para que se difunda entre usuarios que no nos siguen-. Tiene que ser simple para que los usuarios puedan escribirlo rápidamente e interactuar sin ni siquiera pensarlo.
Conexión: otro aspecto es que tenemos que generar una conexión con los usuarios. Estemos atentos al uso del hashtag para saber cuáles son los usuarios que están más involucrados –en este caso podemos contactarnos con ellos para incentivarlos aún más-, hacer RT de las intervenciones más creativas, y más. Hay que estar bien presente y nutrir el desarrollo del hashtag.
Claridad: de la mano de la Simplicidad está la claridad en el hashtag. Y en la forma en la que lo entregamos. Si le pedimos al usuario que use un hashtag acompañado de 100 palabras diferentes para poder participar, probablemente no vamos a conseguir nada de interacción. Pero si explicamos bien cómo se tiene que usar –obviamente, de forma simple- entonces tendremos más chances de tener más gente tuiteando con nosotros.
Velocidad: los primeros en usar el hashtag vamos a ser nosotros. Por ende, tenemos que estar bien encima del tema, monitoreando cómo va avanzando y cómo podemos hacer para que más usuarios participen a cada momento. Si la estrategia no está funcionando, entonces podemos modificarla a mitad de camino, todo para que sea exitoso en nuestra comunidad.
Fuente: Bitelia
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