Fuente: El Diario de Hoy // @elsavadorcom
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El estratega argentino visitó El Salvador y brindó una conferencia organizada por la Escuela Mónica Herrera y El Diario de Hoy. Destacó el papel de las redes sociales a favor de la gente.
JUAN JOSÉ MORALES TENDENCIAS@ELDIARIODEHOY.COMLunes, 14 de Mayo de 2012
La comunicación es uno de los pilares en la vida de los seres humanos. No solo es un instrumento que permiteinterpretar el entorno individual y colectivo, sino también solucionar diversas problemáticas cotidianas para generar cambios significativos. Así se evolucionó desde los primeros intentos de transmisión de mensajes a través de símbolos y alfabetos primitivos hasta llegar a la impresión, la televisión e Internet, la gran red que todo transformó.
Hoy el contexto mediático y social está empapado por la vorágine interminable de las redes sociales. Las personas han encontrado en ellas un altavoz para hacer valer su libertad de expresión, negando los filtros editoriales y disfrutando dicha extensión de su vida social para encontrar información y conocimiento.
Estas ideas las puso en contraste en un conversatorio Sergio Roitberg, un reconocido estratega argentino invitado por El Diario de Hoy y la Escuela de Comunicación Mónica Herrera y que compartió varios elementos para aprovechar al máximo la “revolución digital”.
Una de las características de esta era es que las personas, al comunicarse entre sí de forma directa e instantánea, dejan de recibir la influencia de modelos externos y lejanos. Esto, según Roitberg, conlleva una constante recomendación y una mínima influencia de los medios tradicionales, algo que favorece la personalización de contenidos y la creación de comunidades.
“Aunque parezca un cliché, el mundo contemporáneo ya no tiene fronteras, todo está experimentando la tendencia a volverse más universal”, analizó.
Por otra parte, el experto planteó cuatro nuevos elementos comunicativos que, desde su perspectiva, están modificando las reglas típicas detrás de cada uno de los mensajes y sus efectos: la transparencia, participación, conciencia social y universalidad.
En esta entrevista a El Diario de Hoy, Roitberg complementa las anteriores ideas.
—¿Cuáles son las grandes claves de la comunicación orbital, más en tiempos donde Internet y los nuevos medios pesan sobre los tradicionales?
—La mejor forma de englobar los medios y los mensajes es a través de un nuevo esquema que no sea unidireccional. No se trata de públicos internos o externos, hoy todos estamos interconectados. Transparencia, participación, conciencia social y universalidad son cuatro grandes ideas para armar nuevos niveles de audiencia. Es cosa del pasado repetir mensajes hasta el cansancio. Hay que repetir los anteriores elementos, pero con contenidos creativos; solo así puedo exponencial los mensajes y mejorar la publicidad y las estrategias de comunicación. La gente le cree a la gente en los nuevos medios.
—En su pasado profesional se desempeñó como periodista. ¿Cómo logra encajar esta postura con el estudio y el desarrollo de nuevas ideas desde los medios?
—Hay diferentes niveles de periodismo, incluso a nivel ciudadano. Este concierto es diferente y obliga a mezclar el ADN del medio con el del contenido, pero con otro tipo de inspiración creativa para que el mensaje llegue de diferentes formas y se logre la retroalimentación desde una página en Facebook o una cuenta en Twitter. Ya no se puede hablar de esquemas rígidos. La tecnología le ha dado a la gente un mayor poder de influencia porque la credibilidad no solo se ventila en los medios, también abraza la web 2.0.
—¿Ante qué tipo de ventana está la ciudadanía en las redes sociales?
—El futuro concreto de la era digital es incierto, pero estamos a un paso de crear una red social universal. La web poco a poco apunta a integrar plataformas. “Búscanos en Facebook, síguenos en Twitter”, dicen las empresas. El cambio es inevitable y la idea del presente es aprovechar todas las herramientas para interactuar, aprender y aprovechar todos los recursos que Internet da.
—¿Se está reduciendo la brecha entre los nativos digitales y las personas no contemporáneas a los nuevos medios 2.0?
—Yo creo que sí. El ser humano tiene la capacidad de adoptar nuevos recursos para simplificar y mejorar su vida; es algo que la misma evolución ha demostrado. El secreto es la velocidad con que se haga esta adopción y ceder ante la resistencia de evitar los cambios. No hay que satanizar las redes porque sus ventajas son múltiples. Por ejemplo, hay personas de más de 50 años que han encontrado a sus viejos amigos y hasta familiares en Facebook. ¿acaso esto no es gratificante?
—¿Qué piensa de “los puritanos” que critican el auge de estas redes y que desean que los medios no cambien?
—Creo que ellos tienen bajo el brazo un iPhone o una tablet y no se dan cuenta de que esto es cuestión de tiempo y velocidad. Lo primero porque nos lo exige la dinámica de la sociedad moderna y lo segundo porque nos permite aprovechar mejor las herramientas para ampliar nuestra visión de mundo. Ese es el gran éxito de Internet y de su poca regulación a favor del conocimiento y de la información.
Hoy el contexto mediático y social está empapado por la vorágine interminable de las redes sociales. Las personas han encontrado en ellas un altavoz para hacer valer su libertad de expresión, negando los filtros editoriales y disfrutando dicha extensión de su vida social para encontrar información y conocimiento.
Estas ideas las puso en contraste en un conversatorio Sergio Roitberg, un reconocido estratega argentino invitado por El Diario de Hoy y la Escuela de Comunicación Mónica Herrera y que compartió varios elementos para aprovechar al máximo la “revolución digital”.
Una de las características de esta era es que las personas, al comunicarse entre sí de forma directa e instantánea, dejan de recibir la influencia de modelos externos y lejanos. Esto, según Roitberg, conlleva una constante recomendación y una mínima influencia de los medios tradicionales, algo que favorece la personalización de contenidos y la creación de comunidades.
“Aunque parezca un cliché, el mundo contemporáneo ya no tiene fronteras, todo está experimentando la tendencia a volverse más universal”, analizó.
Por otra parte, el experto planteó cuatro nuevos elementos comunicativos que, desde su perspectiva, están modificando las reglas típicas detrás de cada uno de los mensajes y sus efectos: la transparencia, participación, conciencia social y universalidad.
En esta entrevista a El Diario de Hoy, Roitberg complementa las anteriores ideas.
—¿Cuáles son las grandes claves de la comunicación orbital, más en tiempos donde Internet y los nuevos medios pesan sobre los tradicionales?
—La mejor forma de englobar los medios y los mensajes es a través de un nuevo esquema que no sea unidireccional. No se trata de públicos internos o externos, hoy todos estamos interconectados. Transparencia, participación, conciencia social y universalidad son cuatro grandes ideas para armar nuevos niveles de audiencia. Es cosa del pasado repetir mensajes hasta el cansancio. Hay que repetir los anteriores elementos, pero con contenidos creativos; solo así puedo exponencial los mensajes y mejorar la publicidad y las estrategias de comunicación. La gente le cree a la gente en los nuevos medios.
—En su pasado profesional se desempeñó como periodista. ¿Cómo logra encajar esta postura con el estudio y el desarrollo de nuevas ideas desde los medios?
—Hay diferentes niveles de periodismo, incluso a nivel ciudadano. Este concierto es diferente y obliga a mezclar el ADN del medio con el del contenido, pero con otro tipo de inspiración creativa para que el mensaje llegue de diferentes formas y se logre la retroalimentación desde una página en Facebook o una cuenta en Twitter. Ya no se puede hablar de esquemas rígidos. La tecnología le ha dado a la gente un mayor poder de influencia porque la credibilidad no solo se ventila en los medios, también abraza la web 2.0.
—¿Ante qué tipo de ventana está la ciudadanía en las redes sociales?
—El futuro concreto de la era digital es incierto, pero estamos a un paso de crear una red social universal. La web poco a poco apunta a integrar plataformas. “Búscanos en Facebook, síguenos en Twitter”, dicen las empresas. El cambio es inevitable y la idea del presente es aprovechar todas las herramientas para interactuar, aprender y aprovechar todos los recursos que Internet da.
—¿Se está reduciendo la brecha entre los nativos digitales y las personas no contemporáneas a los nuevos medios 2.0?
—Yo creo que sí. El ser humano tiene la capacidad de adoptar nuevos recursos para simplificar y mejorar su vida; es algo que la misma evolución ha demostrado. El secreto es la velocidad con que se haga esta adopción y ceder ante la resistencia de evitar los cambios. No hay que satanizar las redes porque sus ventajas son múltiples. Por ejemplo, hay personas de más de 50 años que han encontrado a sus viejos amigos y hasta familiares en Facebook. ¿acaso esto no es gratificante?
—¿Qué piensa de “los puritanos” que critican el auge de estas redes y que desean que los medios no cambien?
—Creo que ellos tienen bajo el brazo un iPhone o una tablet y no se dan cuenta de que esto es cuestión de tiempo y velocidad. Lo primero porque nos lo exige la dinámica de la sociedad moderna y lo segundo porque nos permite aprovechar mejor las herramientas para ampliar nuestra visión de mundo. Ese es el gran éxito de Internet y de su poca regulación a favor del conocimiento y de la información.
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