Es raro hablar de marcas y de ética. Será porque nunca se han llevado muy bien estos dos conceptos.
Será porque el marketing está visto como una especie de león hambriento frente a una ética que muchas veces se la ve como a un bambi indefenso que necesita de la ayuda de la gente para mantenerse vivo en este extraño mundo.
Será porque el marketing está visto como una especie de león hambriento frente a una ética que muchas veces se la ve como a un bambi indefenso que necesita de la ayuda de la gente para mantenerse vivo en este extraño mundo.
Pero algo pasó con estos dos encantadores animales salvajes que un buen día decidieron hablar y convertirse en buenos amigos. Por lo menos, eso es lo que estoy percibiendo desde hace más o menos un año, de la mano de algo que me gusta mucho y que son las redes sociales.
Y entonces, ahora me transformo en un León hambriento, porque veo algo con un potencial increíble a nivel comunicación. Esto significa muchos consumidores que se unen con costumbres, gustos ondas y demás cosas en común en un mismo lugar.
Y entonces, ahora me transformo en un León hambriento, porque veo algo con un potencial increíble a nivel comunicación. Esto significa muchos consumidores que se unen con costumbres, gustos ondas y demás cosas en común en un mismo lugar.
Para nosotros, la gente de marketing (los leones) son como una especie de “targetland” increíble. Se nos cae la baba por hincar nuestros filosos dientes en semejante comida que se nos presenta frente a nosotros.
¿Pero, qué tiene que ver las redes sociales con la ética? Ahora me saco el disfraz de león por un momento y me pongo la piel del bambi.
Para mí las redes sociales son y serán un muy buen lugar para lograr una comunicación muy efectiva y a muy bajo costo, pero hay algo que me agrada más aún: es y será un muy buen lugar para poner todo el poder en la falda de los consumidores. Y eso es muy bueno, porque generará un cambio radical en muchos aspectos y es de esperar que éstas palabras se conviertan en realidad, próximamente.
El león quiere dialogar nuevamente, y toma la palabra frente a una mesa llena de directivos de marketing. Entonces –dice el león-, es simple: debemos comunicarnos con estas redes sociales, utilicemos banners, compremos las bases de datos de los sitios más populares y mandemos mails ofreciendo nuestros productos, y listo.
Ya está. Si eso es lo que se viene, es muy fácil estar allí… De pronto se escucha una risa irónica en el fondo… es el Bambi que dice “No señores, ahora no es tan sencillo como antes, ahora van a tener que esforzarse el doble para que la gente los escuche… porque si hacen lo mismo, la gente los “eliminará” muy fácilmente.
Yo sé que les voy a pedir algo complicado para ustedes, pero imaginen esto: ustedes están con sus amigos conversando en un bar muy animadamente. De pronto, una persona que se hace pasar como un amigo nuestro de años nos interrumpe hablando de estupideces y nos entrega a cada uno un par de folletos de un producto X, que dicho sea de paso a nadie le interesa. Nos dice cosas obvias y además, se nota esa degastada obra de teatro de mal vendedor donde se ve la hilacha que solo quiere vender ese producto de mierda. No le importa nada más. Y encima, se hace el gracioso.
Porque somos caballeros, lo escuchamos hasta el final, pero amablemente lo invitamos a que se vaya.
Y cuando se va al unísono decimos: “que tipo pelotudo este ¿no?”
Y cuando se va al unísono decimos: “que tipo pelotudo este ¿no?”
Bueno, eso es lo que va a pasar con las marcas que hagan lo mismo en estas redes sociales, así que empiecen a hacer las cosas de otra manera en todos los sentidos.
Empiecen a comunicar e informar bien, como corresponde, sin molestar. Es hora de hacer productos que nos sirvan realmente por lo que son, y no por lo que vende la tele. O mejor dicho, primero hagan un buen producto y después, lo venden como quieran. Pero no molesten más por favor. Conviértanse en “marcas éticas”, ayuden a la gente a tener una vida mejor, les aseguramos que van a ganar mucho más dinero. No nos importa que lo hagan si hacen cosas que a nosotros nos gustan.
No nos importa que compren bases de datos, porque sabemos que esto se hace, no somos estúpidos, pero por favor, después hablen de lo que nos interesa.
Sabemos que esto es un negocio y también conocemos que es imposible en estos tiempos que corren, vivir de la caza y de la pesca y escaparnos del consumismo definitivamente. Así vivamos juntos en este mundo salvaje y ayudémonos mutuamente. Ustedes hagan las cosas bien y nosotros vamos a comprar sus productos, hasta les diríamos, nos vamos a hacer fans de sus marcas.
Pero no jodan más. Queremos que nos sorprendan con una buena creatividad cuando nos vengan a hablar de marketing, les aseguramos que vamos a estar agradecidos con eso, y después, cuenten tranquilos su dinero ganado en buena ley.
Señores las cosas han cambiado, está en ustedes que cambien o sigan haciendo lo mismo pero por muy poco tiempo.
Señores las cosas han cambiado, está en ustedes que cambien o sigan haciendo lo mismo pero por muy poco tiempo.
El bambi mira al león y los dos sonríen
No se sabe, pero ¿quien dice que dentro de muy poco los dos coman del mismo plato? Del mismo plato, donde seguramente nos encanta comer a todos nosotros.
Fuente: Agustin Matías Villafañe, Director General Creativo, TherestaurantBTL
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