El tránsito de Venus, el fenómeno que ocurre dos veces cada siglo (el último tuvo lugar en el 2004), ha acabado durante esta madrugada. Con una duración de 7 horas, tan sólo Estados Unidos, Alaska y Hawaii han podido ver el paso de Venus por delante del Sol de manera completa. El fenómeno que maravilla a los astrónomos ha dejado tras de sí un sin fin de imágenes para la posteridad.
Hasta el 2117 no volverá a ocurrir por lo que toda la información recopilada ayudará a los científicos para el estudio del tránsito de los planetas. La razón es que se da dos veces cada siglo con una diferencia de 8 años entre uno y otro, no volviendo a ocurrir hasta 105 años después.
También conocido como tránsito planetario, lo que vemos en las imágenes ocurre cuando el Sol, Venus y la Tierra se alinean en ese mismo orden. Sin llegar a ser un eclipse (debido al tamaño), el planeta bloquea parte de la luz que emite la estrella.
Un fenómeno que pasa por rareza avistada desde 1631 y con la que los astrónomos han podido resolver muchos de los misterios entre la Tierra y el Sol, comenzando por el tamaño del sistema solar.
Una noche mágica y única donde se ha podido recopilar información sobre la temperatura y la presión de la densa atmósfera de Venus o para el estudio y la búsqueda de exoplanetas tras la sombra proyectada.
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