No necesitamos educación alguna, no necesitamos ningún control del pensamiento, ningún oscuro sarcasmo en el aula.
Maestros, dejad en paz a los chicos, dejadnos a los chicos en paz… después de todo, no es más que otro ladrillo en el muro, después de todo, no sois más que otro ladrillo en el muro…Another Brick in the Wall (part 2)
Acercarse por primera vez al undécimo álbum de estudio de Pink Floyd puede ser una de las sensaciones más alucinantes (y alucinadas) que puede tener un amante de la buena música. Una obra única e incomparable que tres años más tarde tendría su réplica en imágenes. El director Alan Parker construía las pesadillas que la banda británica plasmaba en el disco. Lo haría de manera brillante, con un aire distópico y asfixiante y con la ayuda del propio Waters realizando el guión y utilizando el mismo simbolismo que acompañó a los temas. Este año se cumplen tres décadas desde el estreno en cines de Pink Floyd The Wall.
The Wall, el disco, era un álbum puramente conceptual donde la banda nos hablaba de una estrella ficticia bajo el alias de Pink. Sea o no Pink el álter ego de Roger Waters, los pasajes (temas) nos adentran en la historia del artista pasando por todo tipo de temáticas que van desde la vida a la muerte, la guerra en la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña en la época Tatcher, el fracaso, las drogas, la familia… un todo que al final resultaban “ladrillos” con los que construir su propio muro, un muro con el que aislarse del mundo y de su propia autodestrucción.
Con semejante argumento Alan Parker no podía elegir otro camino que no fuera un formato transgresor. El hombre acabó conformando un musical de 95 minutos donde música e imágenes se fusionan de forma acertada, un retrato de los escritos de cada uno de los temas de The Wall predominantemente metafórica, donde la música sigue siendo la protagonista para acompañarnos por los diferentes pasajes.
The Wall es emotiva y claustrofóbica a la vez. Nos habla de la alienación a través de la mirada alucinada de Gerald Scarface, famoso ilustrador que acompaña al filme con 15 minutos de secuencias de animación brillantes. Es una obra difícil para todos aquellos que no la hayan visto pero que gustará a todos los fans que no la hayan visto.
Si se trataba de mostrarnos y plasmar uno de los mejores discos de la historia del rock, el resultado fue más que acertado. Impagable en cualquier caso volver a escuchar una y otra vez la banda sonora en imágenes.
Ocurrió en 1982, hace 30 años, tres décadas desde que Roger Waters y Alan Parker decidieran “imprimir” secuencias de The Wall. Hoy más que nunca y tras un año en el que el mismo Waters volvía “a la carretera” con la puesta en escena del disco, la obra para el celuloide está de cumpleaños. Una historia que comenzaba con la siguiente sinopsis…
Pink, el cantante de un grupo musical, arrastra desde su infancia una serie de traumas debido a la dura educación que recibió. Cansado de todo lo que rodea su profesión, se acaba refugiando en las drogas como única opción para romper con el muro que él mismo ha creado a su alrededor…
- Incluso antes de que se lanzara el álbum, la banda había decidido hacer un filme sobre el disco. El concepto iba a ser una sucesión de imágenes de la banda de gira junto a algunas animaciones de Scarface y donde el guión giraría en torno a Waters. A EMI no lo gustó la idea y finalmente se hizo el musical de Parker.
- Hoy surgen rumores de un posible lanzamiento de esa gira. De hecho, Pink Floyd grabó cinco conciertos exclusivamente destinados al filme que nunca salieron.
- Fue el propio Alan Parker, fan confeso de la banda, el que hablaría con EMI sobre la posibilidad de dirigir el filme.
- Pink fue protagonizado por el músico Bob Geldof.
- Durante la escena en The Thin Ice, se ve a Pink (Geldof) flotando en una piscina. Geldof no sabía nadar, así que le pusieron un molde de plástico para poder realizar la escena.
- Una de las razones por las que las escenas de los conciertos fueron desechadas se debía a razones técnicas. Al parecer las lentes de Panavision no tenían la suficiente luz para la pantalla de cine.
- Otra de las razones, según Parker, se debían a que las escenas de los conciertos eran demasiado teatrales y hacían perder fuerza a la animación.
- ¿Qué pasaría si hiciéramos un mashup entre Stayin’ Alive de los Bee Gees y Another Brick In the Wall (part 2)?…
- Y The Wall en su versión mariachi…
- La escena en Hey You fue real grabaron en vivo a la policía británica antidisturbios frente a una multitud.
- La poesía que surge en The Happiest Days of Our Lives es una combinación de los versos de Money y Dark Side of the Moon.
- Parker entró y salió del proyecto varias veces, todas por las disputas de egos entre director y Waters.
- La película fue estrenada en el Festival de Cannes en 1982.
- El filme tuvo un documental que salió posteriormente en los formatos físicos bajo el título de The Other Side of The Wall Pink Floyd. Este es el documental en tres clips…
- La película de guerra que se ve en el cuarto de la habitación del hotel es el clásico WWII de The Dam Busters.
- La música que escucha en los créditos de apertura es The Little Boy that Santa Forgot, de Vera Lynn.
- Bob Geldof tiene una única línea de guión que no sea letra de Pink Floyd…
Take that, fuckers!
- La canción utilizada en la película In The Flesh, fue cantada en realidad por Geldof. Waters quedaría sorprendido por la voz del cantante, muy distinta de la de Irlanda.
- Cuenta la leyenda (y la biografía de Geldof) que el propio Geldof no quería hacer la película. Se lo dijo a su agente en un taxi cuando éste le ofreció el proyecto. Al parecer el taxista era el hermano de Waters.
- Muchos de los extras utilizados en Run Like Hell y Waiting for the Worms eran realmente neo-nazis. De hecho en producción se llegaron a asustar cuando un día aparecieron con vestuario propio.
- Para acabar este pequeño homenaje al clásico en imágenes, dos vídeos. El primero se trata del vídeo musical oficial de Comfortably Numb con motivo del filme. El segundo son los primeros 10 minutos de la obra… Que lo disfruten.
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