abril 14, 2012

Algunos consejos de buenas prácticas para medios ciudadanos online

Mitch Joel publicaba hace ya tiempo, en noviembre de 2008, un artículo en Six Pixels of Separation“10 Things Every Newspaper And Magazine Website Must Do”— en el que recomendaba algunas prácticas para periódicos y revistas online. Pudiéramos pensar que aquellas recomendaciones fueran ya innecesarias, pero a pesar del tiempo transcurrido mantienen su vigencia, y son también aplicables a los medios ciudadanos online. Citamos aquí algunas de ellas:

Enlazar a sitios externos

Desde siempre, y pese a la transición a la Web 2.0 y las transformaciones profundas que ha venido experimentando la interacción de los usuarios con la Red, hay quienes sienten un pavoroso temor a que esos usuarios abandonen su sitio para no volver. Esto se manifiesta principalmente en dos hábitos obsoletos y poco recomendables:
  • El primero de ellos, configurar todos los enlaces para que se abran en una nueva ventana o pestaña del navegador. La discusión sobre este punto viene de lejos y existen opiniones diversas, pero en general es algo que se considera una mala práctica. En síntesis, porque se entiende como principio fundamental el que sean los usuarios quienes tengan el control sobre su navegación por la Red y decidan donde y cómo quieren abrir cada enlace.
  • El segundo, más grave aún, consiste en no usar en modo alguno los enlaces. No enlazar, directamente. Puede parecer algo inconsecuente si se ha decidido publicar en la Red, pero aún quedan medios en cuyos artículos no encontramos ningún enlace.
Existen también otras variantes, como el incluir enlaces de forma selectiva —con un espíritu de competición que pierde su sentido en Internet— o enlazar casi en exclusiva de forma interna, a otras páginas del mismo sitio.
Sea cual sea la opción elegida, tras todas subyace ese afán de exclusividad que lleva al temor antes mencionado, y que no permite comprender que enlazar a sitios externos es una práctica recomendable y beneficiosa. En el terreno que nos ocupa, el del periodismo, se acuñó incluso un término para esta práctica, “link journalism”, que definía así Jeff Jarvis: “Link Journalism es enlazar a otros artículos y reportajes en la Red para mejorar, complementar, aportar fuentes o añadir más contexto a la información original de un periodista”.
Visto así, el enlazar es más un valor del periodismo digital que sólo una buena práctica. Y existen además, como ofrecía Ryan Sholin en un artículo en BeatBlogging, algunas buenas razones para hacerlo:
  1. Porque los medios están obligados a ofrecer a sus lectores tanta información como posean.
  2. Porque enlazar a fuentes y recursos es un gesto fundamental para ser parte integral y activa de la Red y no sólo un producto expuesto en ella.
  3. Porque es la mejor manera de conectar directamente con la comunidad online del área de cobertura de cada medio —enlazando a las personas, empresas u organizaciones que se mencionan.
  4. Porque, si no se sabe todo, se puede saber dónde encontrar lo que se desconoce —o en otra cita de Jeff Jarvis: “Haz lo que mejor sepas hacer, y enlaza al resto”.
  5. Porque facilita el trabajo del periodista.

Formatear el texto

Mucho se ha escrito —y valga la redundancia— sobre cómo escribir para la Web. La lectura online es una experiencia diferente a la lectura en papel, en formato impreso, y por tanto la escritura en un medio digital requiere un tratamiento particular.
Por ejemplo, si nos encontramos escribiendo un artículo extenso, es conveniente que usemos las opciones de formato del texto, usando negrita para establecer subtítulos, poniendo en cursiva las citas o resaltando de alguna forma las líneas de contenido más importantes.
En general, si no se tiene experiencia escribiendo para la Web, conviene consultar alguno de los muchos manuales que sobre ese tema se han publicado. Sin duda resultará beneficioso.

Etiquetar el contenido

Conocido en inglés como tagging, el etiquetado de contenidos es algo ya muy común en blogs y medios sociales —con sus folcsonomías—, pero es una práctica a la que se resisten aún, incompresiblemente, muchos medios. Sin embargo su uso —y el de las nubes de tags o etiquetas— es enormemente útil para organizar los contenidos y sirve de ayuda al usuario en sus búsquedas dentro de un sitio web.

Permitir y seguir los comentarios

Cuesta creer que existan medios digitales donde no sea posible comentar sus noticias y artículos, pero así es. Esto es algo que tendría especial gravedad en un medio ciudadano, que por definición debería estar abierto a la contribución de sus lectores.
La buena práctica sería, pues, permitir siempre los comentarios. Pero no basta con esto. También es conveniente que los autores de los artículos sigan los comentarios sobre los mismos y respondan a los usuarios siempre que lo consideren necesario.
Habrá quien en este punto opine que el sistema tradicional de comentarios ha perdido relevancia con la explosión de las redes sociales. Tanto da, sea cómo y donde sea que los usuarios comenten las noticias y artículos del medio es recomendable seguir sus aportaciones y mantener el contacto con ellos.

Corregir errores

Esto es particularmente importante, y tiene dos vertientes.
De un lado, los errores puramente ortográficos o gramaticales. Es prácticamente inevitable no cometerlos alguna vez en la redacción inicial, en borrador, pero un repaso oportuno antes de publicar nos permitirá subsanarlos. Parece obvio, pero aún así la Web está inundada de páginas con errores de todo tipo, incluso en los títulos de posts y noticias.
Por otra parte, los errores en los contenidos. Ya sea porque una fuente que se creía fiable resultó después no serlo tanto y había ofrecido una información errónea o porque la información que se dio en un momento ha sufrido modificaciones, conviene mantener los artículos y noticias con la información al día, incluyendo las correcciones y actualizaciones que sean necesarias.
En muchas ocasiones —en este mismo sitio nos ha sucedido alguna vez— son los propios lectores quienes advierten al medio del error cometido. Lejos de ignorar esas aportaciones, hay que agradecerlas y fomentarlas. No se puede olvidar que un medio —y aún más si es ciudadano— se debe a sus lectores, que merecen la mejor información posible.
Hasta aquí, solamente algunos de los puntos que Mitch Joel trata en su artículo, aquellos que nos han parecido más resaltables para nuestros fines. Existen, por supuesto, muchas otras recomendaciones sobre buenas prácticas en la publicación de medios ciudadanos digitales, que sin duda seguiremos tratando aquí en un futuro.

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