marzo 06, 2012

Los ebooks pueden ayudar a que sobreviva el buen periodismo

theglobeandmail.com


Que el periodismo está encontrando su lugar en los ebook (ver Storify) no es una exageración. En unos días se presentará en España una pequeña editorial de textos periodísticos en ebook, una apuesta clara y decidida por el buen periodismo. El artífice es Fernando García, autor del blog Sin Tinta de El País de España, una bitácora imprescindible para apasionados de las nuevas tecnologías, los libros… y el periodismo.


García escribe sobre tecnología en periódicos, libros y revistas desde 1996. Es fundador del Congreso de Periodismo Digital y un lector que disfruta la inmediatez de hacer clic y descargar el libro ansiado. Su espléndido blog nos llevó a buscarlo, y la gran sorpresa fue que no solo escribe sobre ebooks. Resulta que ahora los editará.


-¿Cómo nace el blog Sin Tinta?


-Me llamaron por teléfono una tarde del pasado enero cuando estaba comprando en un supermercado. Había escrito artículos sobre edición electrónica y comenzaba a dar los primeros pasos para crear una editorial de ‘ebooks’ breves de no ficción. Primero, respondí que me parecía una buena idea, pero que tardaría un par de días en dar una respuesta. Cinco minutos después dije que sí. Un par de días más tarde publicaba el primer post con una historia que me contó mi librero de cabecera.


-En el blog se dice sobre tu perfil ” Aunque sigue comprando libros de papel, hace tiempo que apostó por los electrónicos”. ¿Cómo están cambiando nuestros hábitos los libros electrónicos?


-En mi caso, mucho. Compro la mitad o menos de los libros de papel que antes. Me gusta mucho la inmediatez. Tomar la decisión de compra y tener el libro un minuto después. Son muchos años de preguntar por un libro en una librería, esperar a que realicen la consulta en el ordenador y recibir como respuesta: “No lo tenemos, pero lo podemos pedir”. Creo que en muy poco tiempo vamos a vivir el mismo cambio que produjo la distribución musical en Internet. Pero ahora el cambio será más rápido porque vivimos tiempos donde las cosas suceden a toda velocidad. Eso sí, a veces en los cambios se pierden cosas bonitas que luego añoras.


-Los medios de Estados Unidos, sobre todo, están publicando en ebooks grandes historias periodísticas. En el mercado de habla hispana apenas se está comenzando. ¿Qué impacto puede tener ello en el periodismo?


-Espero que mucho porque en los próximos días vamos a lanzar una editorial de libros escritos por periodistas. Crónicas, reportajes, entrevistas… Libritos de entre 10.000 y 30.000 palabras. Es un proyecto personal que me ilusiona mucho porque permitirá que sobreviva el buen periodismo, el que cada vez tiene más dificultades en los periódicos y las revistas.


-¿Pueden ser los ebooks un espacio de desarrollo para los periodistas freelance?


-Como forma para ganarse la vida, tal vez no. Pero sí para hacer un periodismo más reposado, ese que, a veces, te hace sentir orgulloso de tu trabajo. Un freelance puede compatibilizar los ‘ebooks’ con otros trabajos para ganarse la vida. Me gusta mucho un post de Marc Herman que es un freelance que vive en Barcelona que habla sobre este tema.


- En el Congreso de Periodismo Digital de Huesca -que fundaste- se hará un taller de ebook para periodistas. Definitivamente, puede ser una vía para hacer periodismo y sobrevivir a la crisis. ¿Cómo surgió esta iniciativa?


-El taller se ha preparado de forma muy periodística porque ha sido una iniciativa de última hora. Queríamos que un periodista y un diseñador de libros explicaran cómo, por ejemplo, se puede escribir una crónica de 6.000 palabras, que nadie querrá publicar en un periódico o una revista, hacer un ‘ebook’ y distribuirlo en Internet. El resultado ha sido espectacular. En un día se habían apuntado al taller más de 20 personas. Habrá más talleres. Vamos a profundizar en todo lo relacionado con ‘ebooks’ y periodismo. Se puede establecer un cierto paralelismo entre las primeras páginas web que hacíamos en 1996 y los libros electrónicos de ahora. Resulta muy estimulante pensar que estamos asistiendo a la mayor revolución del libro desde Gutemberg.





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