enero 16, 2012

Stan Lee, su obsesión por la cámara y otras curiosidades | Geekoteca

Hay una sola cosa que a Sten Lee le gusta más que los comics… salir frente a cámara. Sus cameos ya son por todos conocidos: él padre del Hombre Araña se asegura, cada vez que se rueda una película referida a un personaje creado por él, ser protagonista de algunos segundos de filmación. Un figurón de aquellos.

Con esto, el simpático guionista y productor de 90 años ha hecho de su aplique capilar, el más famoso del mundo, con participaciones en cintas como “Spiderman”, “4 Fantásticos” y “Hulk”. Para ser específicos, sólo ha pegado el faltazo en “X-Men 2”, “X-Men Orígenes: Lobezno” y “X-Men: Primera Generación” (y no porque el abuelo de las viñetas no haya querido pisar el set, sino porque las locaciones le quedaban muy retiradas).

Otras en las que no se asoma son “Ghost Rider” o “Blade”, cuyos personajes son made in Marvel, pero no salieron de la pluma de Stanley Lieber, tal es su verdadero nombre. Por lo demás, la lista es apabullante.

Pueden ver aquí un compilado del “creador de comics” que se muere por actuar. Incluido el cameo de “Capitán América”.

En cada oportunidad que tiene, Stanley comenta que le gustaría contar con parlamentos más largos en sus “bolos”. Incluso, quiso interpretar a Jonah J Jameson en la peícula de Spider Man que supuestamente iba a salir a finales de los ochenta, bajo Canon Films. Proyecto que, por suerte, no llegó a buen puerto.

Además, el hombre que a los 18 años ya era un editor de peso en Timely (rebautizada Marvel en los 60), se dio el gusto de poner su cara sonriente al servicio de “Entourage” o “The Big Bang Theory”, en esta última hace de sí mismo frente al simpático acoso de Sheldon.

También condujo documentales y realities shows (¿se acuerdan de ese reality-bodrio sobre “superhéroes” reales?). El rey de los roba-cámaras se dio el gusto también de colarse en el casamiento de Spiderman. Cuando Peter y Mary Jane dieron el sí en el cómic de 1987 (Amazing Spider-man Annual # 21), se replicó una boda con actores reales en el Shea Stadium en New York. No se pierdan este video:

Su última creación

Stan Lee repite y repite que no piensa jubilarse. Estrenará en breve su propio canal en You Tube (fue presentado con pompa en el CES 2012) y en abril lanzará un nuevo personaje disfrazado, que llevará su firma. Esta vez, en la India. “Chakra”, a partir de abril de 2012, será un adolescente geek de Bombay que consigue inventarse un traje que despierta los centros de energía místicos del cuerpo (los chacras) y de esta manera logra dos objetivos: 1) tener súper poderes y 2) llenar las arcas de las compañías Pow! Entertainment, de Stan Lee, y la hindú Liquid Comics… ¡Stan es un genio!; hay que repetirlo cada mañana.

Bollywood seguramente pondrá los ojos en esta tira y muy pronto -ojalá- lo tengamos al bueno de Stan, a modo de cameo, tirando pasos en una coreografía tan bella como ésta.

Visión, y no precisamente de rayos laser

Marvel no nació como Marvel, si no como Timely Comics (1939), como ya dijimos, editorial fundada por Martin Goodman. A los 18 años, el protagonista de esta historia ya era Editor en Jefe, cargo que mantuvo hasta 1972. En 1951 la empresa se llamó Atlas, para quedarse con el definitivo Marvel en 1961, ya bajo la tutela exclusiva de Stan Lee.

El excéntrico guionista veía cosas que otros no, ya desde muy joven. Por ejemplo, Goodman -su jefe de entonces- no creyó que la idea de un “Spider-man” fuera buena. “Esto no va a funcionar: la gente le tiene miedo a las arañas”, le comentó entonces. Lee sólo rió, y siguió con el proyecto.

Negocios son negocios

Como todo hombre fuerte de una editorial, Lee tiene también sus detractores. La mayoría, escritores y dibujantes que tuvieron que partir de aquella casa. Más de uno guarda para sí la verdadera historia del nacimiento de los personajes (internas para nada románticas) y aseguran que al editor estrella de la gran M lo movía más la ambición que el arte.

Un ejemplo: She Hulk fue la última gran creación que Stan Lee hizo para Marvel (Savage She-Hulk #1, febrero de 1980). Creó al personaje junto con el artista John Buscema urgido por la idea de que, con el éxito de la serie televisiva, más tarde más temprano, vendría una versión femenina del héroe (a la manera de la Mujer Biónica). Y, por supuesto, él no se iba a perder los derechos de esa versión…

Su manual de estilo

Pero más allá de su amor por los flashes y el dinero (quién no), el excéntrico escritor fue además un visionario de la historieta. Empezó guionando al chauvinista de Capitán América (aunque no lo “inventó”) para después ponerse al frente de la edad de plata del comic norteamericano y crear a los otros musculosos más famosos del mundo, que con un toque de humanidad y gracia le coparon la parada a DC.

Hizo de Marvel una “fábrica de ideas”, a partir de reglas muy simples (se pueden deducir fácilmente de sus entrevistas; y de su trabajo, claro):

  • Los superhéroes tenían que tener uno o más puntos débiles.

  • La gente debía identificarse con ellos. El secreto del negocio del comic, es que el público se quede con ganas de más, ni bien lea el globito “to be continued”. Tanto así como para pagar por otra entrega.

  • El humor no podía faltar. La mejor manera de tomarse en serio a los cómics, es no tomárselos en serio.

Nunca quedó muy claro hasta qué punto las historias eran ideas de él y hasta qué punto eran autoría de los dibujantes; porque su método para hacer personajes y tiras era bastante polémico y efectivo. A saber:

a) Imaginaba un personaje (si es que no existía, claro)

b) Escribía un resumen del héroe y de la primera historia.

c) Se lo pasaba al dibujante para que éste tuviera libertad total (algo que puede leerse también: para que se las arreglara como pudiera).

d) Recibía el trabajo terminado con los globos vacíos, y Stan los terminaba.

Pero más allá de esto, está claro que Stan Lee es un genio (¿o acaso no lo repetimos todas las mañanas?), porque fue líder de un equipo que cambió para siempre la manera de hacer historietas, y con eso, la forma que tenían los lectores de consumirlas.

Siempre aspiró a más. Él quería llegar a ser algún día como Burroughs o Conan Doyle. Por eso en un principio buscó un seudónimo… para no manchar su verdadero nombre con historias de tebeos. Él reservaba para sí un futuro lustroso en las letras y no en las tintas. La vida te da sorpresas… pero está claro que Lee, más allá de las morisquetas, de su aspecto campechano, de su ego tamaño La Mole, es una persona culta.

En sus creaciones hay síntesis de clásicos, hay mitología (salió a “buscar” un dios nórdico como Thor, cuando necesitó un superhéroe más fuerte que Hulk, por ejemplo), hay sentido común y fantasía. Su frase de cabecera es que la gente quiere vivir historias que trasciendan las vidas comunes, las rutinas. La clave del éxito de “Stan, The man” no fue hacer viñetas, si no, hacer fantasía.

El recomendado para tu Geekoteca

Cada personaje de Marvel, a instancias de Lee, presenta la misma inicial en el nombre y en el apellido. Dicen que fue la manera que encontró el de lentes anchos para no perder los hilos de las historias, ya que a esa altura participaba en infinidad de comics. El método no fue tan efectivo, ya que en algunas historietas de “Hulk” llegó a llamar Bob Banner a Bruce. Ante los reclamos de los fans, precisamente ante una nueva intromisión de un “Bob” Banner en el número 25 de “Los Cuatro Fantásticos”, Stan Lee escribió en la sección correo de lectores: “Sólo podemos hacer algo y no vamos a acobardarnos. A partir de este momento, su nombre es Robert Bruce Banner y así ya no habrá manera de equivocarnos”.

El hombre afectado por los rayos Gamma también fue rebautizado en la serie de TV de los 80, “El increíble Hulk”. Allí fue David. Pero a diferencia de la leyenda urbana, (por la cual se dice que a los productores de la serie le sonaba muy “gay” la combinación de nombres originales), la verdad es que el canal de televisión quería alejarse lo más posible de la tira original, hasta en los más ínfimos detalles. Para enojo de Stan Lee, ellos creían que la tira era demasiada infantil, y que por ello debían dar una vuelta de página.

Y es aquí dónde llega nuestro recomendado de Geekoteca: el número 1 de Hulk (1962), que para nuestra grata sorpresa está disponible gratis, para su descarga, en las aplicaciones Marvel de comic digitales.

Al principio el hombre verde fue gris, hasta que el propio Lee se dio cuenta lo difícil que iba a ser sostener a lo largo del tiempo un mismo color de personaje, por las dificultades técnicas de la impresión. Así nació el verde, un tono fácil de repetirse, que a la vez le dio un toque pop al personaje que fue su marca distintiva.

Un último dato, fuera de programa, que muestra a las claras todo lo que es Lee. Cada vez que firma un autógrafo (como pueden ver en la imagen del medio del artículo), el empresario de 90 años firma con un sonoro “Exelsior”. Frase, que además de ser grandilocuente, sonora y muy de “historieta” fue registrada (copyright) por el propio Lee. Como no podía ser de otra manera.

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