Opinen haber que les parece!
Mucho hemos escuchado sobre las similitudes entre el gobierno de Hugo Chávez y diferentes regímenes de corte totalitario, pero más allá de que en todos exista una tendencia a dominar por completo las instancias gubernamentales e imponerse sobre los ciudadanos de una nación, estas formas de gobierno se asemejan en el uso de las técnicas para dominar a las masas, es decir, la propaganda. Herramienta sin la que hubiera sido imposible llegar, mantener, aumentar y dominar el poder, por el sencillo hecho de que si no se domina a la masa no se obtiene el respaldo necesario para llevar a cabo el proyecto de país o las ambiciones del mandatario.
Sin embargo, siempre me surgió la pregunta de cómo es posible que naciones con circunstancias sociales, políticas y panoramas tan diferentes pudieran ser sometidas con las mismas técnicas por personas con ambiciones, insaciables de poder. La respuesta es sencilla: dile a la masa lo que quiere escuchar, domínala. Y qué manera más fácil para hacerlo que bombardeándola de propaganda, inundando las calles, vías, edificios, espacios públicos y la vida de los ciudadanos con mensajes que apelan a sus sentimientos y a sus deseos, ofreciéndoles aquello que siempre habían querido y que tú, el mesías, se lo vas a dar.
Luego de haber repasado por decenas de posters publicados durante los gobiernos totalitarios de Stalin, Hitler y Chávez, pude concluir que en efecto las similitudes entre estos gobiernos van más allá de las intenciones meramente personalistas de cada uno, sin restar importancia a este factor determinante en la forma de gobierno que cada uno implementó.
En primer lugar, y es algo que a simple vista se aprecia, el color predominante en dichos modelos propagandísticos es el rojo. Color que realza los sentimientos de respeto porque infunde temor, poder; por ello es frecuentemente encontrado entre quienes se denominan Comunistas o Socialistas. Adicionalmente, la presencia constante de símbolos que identifican al gobierno y su partido, los soviéticos con la hoz y el martillo, representando el poder del proletariado y la fuerza de trabajo, los nazi con la esvástica y en el chavismo son varios los símbolos, pero todos ampliamente reconocidos por la sociedad venezolana como son los casos de la boina roja, los tres muñequitos con el “Venezuela ahora es todos” o el sello de “Hecho en Socialismo”, por mencionar algunos.
Los mensajes y las formas de publicarlos son aspectos con enormes similitudes, pues en los tres casos se destaca la consistencia entre lo que se dice en los discursos y en la propaganda. De allí el éxito en el alcance de los objetivos planteados, especialmente en la permanencia en el poder de Stalin y Hitler hasta el día de sus muertes. Vale la pena que los venezolanos nos preguntemos ¿hacia dónde vamos? ¿cuál es el futuro que esperamos para nuestro país?
He aquí un punto interesante en el que vale la pena reflexionar, pues se ve cómo las técnicas de propaganda implementadas correctamente sumado al hecho de que los mensajes estuvieran de acorde a las circunstancias que se vivían en el momento y a las necesidades de la población, ayudan, si es que no garantizan, el poder permanente de un líder. La propaganda tiene la capacidad de manipular/persuadir a una masa de personas a tal punto que se ven sometidas a masacres encabezadas por el gobierno y no se lo atribuyen al mismo sino hasta años después de haber sucedido. Las sociedades deben ser educadas a fin de no caer en este tipo de tragedias guiadas por promesas que no quedan más que en discursos populistas y no se traducen en hechos reales. Allí se ve el poder real de la capacidad de persuadir/manipular de un líder y el gobierno que lo apoya.
Clara Luisa Gil Palacios
Este extracto forma parte del Trabajo Especial de Grado para ser Lic. en Comunicación Social de la Universidad Monteávila
Comparacion de la Propaganda de Stalin y Hitler con la usada por el Gobierno de Hugo Chavez
Fuente: ORC Consultores
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