noviembre 15, 2011

Reuters quiere ser más que una agencia

Reuters quiere ser más que una agencia:

El pasado verano la revista Slate.com anunció recortes de personal. La noticia, publicada inmediatamente en numerosos medios, no fue la mala racha de una de las primeras publicaciones que nacieron en la red en los años 90. Todos los titulares llevaban el nombre de Jack Shaffer. Slate dejaba ir a un fundador, una de sus firmas más prestigiosas, su columnista y crítico de prensa.


“Si Jack Shafer puede perder su trabajo, el resto de nosotros deberíamos empezar a sacar brillo al currículum”, dijo entonces David Carr, el crítico de medios de comunicación para The New York Times. A pocos preocupó entonces que Shaffer quedara en el paro, sobre todo cuando afirmó que tenía “algunas ofertas”. Pero muchos menos imaginaron su destino: la agencia Reuters.


Analysis   Opinion   Reuters¿Qué hace una agencia contratando firmas de opinión? Reuters, la agencia tradicional de noticias que nació en Londres en 1851 es también el medio de comunicación más grande del mundo, con más de 3.000 periodistas. Según Jim Impoco, subdirector de la edición digital, esa es la “huella global” de la agencia. Una pisada con el doble del presupuesto que el Times y con un una capacidad de producción similar a la del principal diario norteamericano combinado con The Wall Street Journal y Financial Times.


Impoco recuerda al director de la sección editorial de la agencia, Steve Adler, defendiendo que si Reuters puede ser el medio más grande del mundo, por qué no puede ser también el mejor. Aquellas palabras resonaron entre el director ejecutivo y los nuevos dueños de la organización, y apostaron por crecer aún más. La compra por parte de Thompson llegaba con 1.000 millones de dólares (unos 714 millones de euros) para desarrollar contenido en forma de noticias, reportajes, análisis, vídeos, audios y fotografías.


“En este momento el nombre de agencia de noticias ya no nos sirve, es un error. Somos una compañía que publica contenido multimedia”, dice Impoco. Mientras el resto de publicaciones y grandes medios recortaban presupuestos o se quedaban atascados entre el fatalismo de la crisis y el no saber qué hacer para salir de ellas, Reuters invertía en contenido. Y mientras The New York Times o The Wall Street Journal dejaban escapar a algunas de sus grandes firmas, Reuters les abría la puerta “como cualquier otro medio de comunicación”.


Sin embargo, puede que la sección que más aleje en este momento a Reuters de su personalidad original es la de opinión, basada en blogs. Reuters ha contratado a Ryan McCarthy, primer editor de la sección de negocios de Huffington Post, los dos premios Pulitzer David Rodhe y David Cay Johnston, el editor de opinión de Fortune Paul Smalera, el ex Secretario del Tesoro y presidente de Harvard Larry Summers y el periodista Anthony DeRosa. Sigue así los pasos de The New York Times, que relanzó este verano su sección de opinión “Week in Review” y Bloomberg News, el servicio de información económica que también ha completado su plantilla con reconocidos columnistas.




“Cuando llega tanta información a los lectores nuestra mejor respuesta consiste en estar en los lugares donde ocurre la noticia, que nuestros periodistas sean testigos directos y contrasten los datos con hechos, que no dependan de la información de otros”, defiende el editor. A pesar de que la abundancia de contenido original sea una de las ventajas claras de Reuters sobre otros medios, su apuesta por la opinión responde a las mismas causas: la cantidad de información que llega a los lectores obliga a añadir contexto, historia, análisis y opinión para interpretar el verdadero alcance de una noticia.


Reuters funcionó en el pasado como una agencia de información general que alimentaba a medios de comunicación de todo el mundo y que vendía información especializada a empresas, organizaciones y grandes corporaciones. Su mayor fuente de ingresos eran los pagos de grandes suscriptores. Pero internet, mientras allanaba diferencias entre grandes y pequeños medios, mientras erosionaba sus ingresos publicitarios y equilibraba el poder de unos y otros ante las audiencias, presentó nuevas oportunidades de negocio para las grandes agencias, desde Reuters a Associated Press, Bloomberg o incluso Agence France Press.


Para enfrentarse al nuevo reto, Reuters.com optó por rediseñar su edición digital a finales de 2009 y sacar el máximo provecho al contenido que producen todos sus periodistas. “La intención era crear una nueva jerarquía en cuanto al contenido que mostrara de verdad todo el talento con el que trabajamos”, afirma Jim Impoco. Hacía un año que había sido adquirida por Thompson y la compañía decidió dar un giro desde la información económica, destinada específicamente a los grandes suscriptores, a información y análisis que puedan atraer a una audiencia más amplia.


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La nueva portada de Reuters, estrenada este verano, con un deseño extendido después a todas las secciones.


“No nos centramos en ninguna audiencia en concreto, dejamos eso a los lectores”, dice Impoco, que no quiere especificar más y se muestra más que orgulloso de los más de 25 millones de usuarios únicos al mes en Reuters.com “Casi uno de cada cuatro vuelven a visitarnos. Es lo que llamamos grupo demográfico ‘de alto nivel’, los más leales a nosotros”.


Parte de esa fidelidad se debe a una estrategia que funciona en una doble dirección entre las páginas de Reuters y las redes sociales. El encargado de orquestar la comunicación con los lectores y aprovechar sus aportaciones es Anthony DeRosa, el editor de redes sociales de Reuters: “No pensamos en los lectores sólo como audiencia sino como partícipes de la información que además pueden revelar dónde están las noticias”. El editor añade que el equipo de redes sociales -15 personas repartidas por Nueva York, Reino Unido, Canadá y Asia- alerta a los periodistas en todo momento de lo que está ocurriendo, dónde puede haber más datos útiles para su trabajo y cómo aprovecharlos. “Utilizamos las redes tanto como plataforma para distribuir como para recopilar información”, dice DeRosa.


Reuters supera el millón de seguidores en Twitter y más de 100.000 en Facebook. “Entendemos que para muchos lectores se trata simplemente del lugar donde encontrar nuestra información, pero otros la comparten activamente, comentan, recomiendan”, afirma De Rosa. “Puede que tengamos competidores cercanos por cuestión de recursos o el número de periodistas, pero el valor final lo determina el hecho de que seamos capaces de rastrear las noticias e identificarlas”.


El editor de redes sociales habla de una estrategia bastante “progresista”, liderada por profesionales que dominaban este campo cuando fueron contratados, que entendían los protocolos con los que se comunican los lectores entre sí y en qué redes y con qué formatos quieren recibir la información. Su reto es el mismo que el de los medios de comunicación: distribuir contenido y cimentar una buena relación con los lectores, creando una comunidad sólida alrededor de la información. Aunque Reuters tiene una dificultad más, es una organización con una historia de más de 150 años y marcada por la obligación de ser neutra. “Estábamos obligados a no resaltar demasiado para que nuestro trabajo encajara con el de otros medios”, reconoce Impoco. “Y ahora, al servir a todo tipo de audiencias, intentamos construir nuestra propia voz, nuestro propio estilo”. Reuters está obligada a buscar esa personalidad sin la que nadie puede sobrevivir en la red.


“Tenemos ciertos valores que han evolucionado con el tiempo pero que no han dejado atrás la confianza de los lectores en nosotros”, reconoce Impoco. “Esto es un gran atractivo cuando estás navegando la cantidad de información de la que disponemos ahora, al final es lo que nos diferenciará del resto de cabeceras”.

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