noviembre 17, 2011

El Mensaje de Arecibo, 37 años desde que enviamos una postal al espacio

Mensaje Arecibo

El Radiotelescopio de Arecibo es toda una maravilla de la tecnología que hemos podido ver en alguna otra película como Goldeneye, Contact o Species y en un capítulo de X-Files. Un Radiotelescopio situado en Arecibo (Puerto Rico) que fue construido entre 1960 y 1963 aprovechando una depresión del terreno en la que emplazó la antena convergente más grande y curvada del mundo con un diámetro de 305 metros de diámetro. Esta maravilla de la tecnología, que lleva funcionando casi 50 años, sufrió su primera gran modificación en 1974 y para celebrar el fin de las obras, el 16 de noviembre de 1974, se envió al espacio un mensaje, conocido como el Mensaje de Arecibo, con destino a M13, el cúmulo de Hércules, a unos 25.000 años luz de distancia, hace ya 37 años.

Tres años antes del lanzamiento de la sonda espacial Voyager I, que lleva un disco de oro con una hora y media de música procedente de varias zonas del mundo, saludos en 55 idiomas humanos, un saludo del Secretario General de la ONU de la época, sonidos de la Tierra e imágenes diversas, el gran Carl Sagan (que presidió el comité científico del Voyager) junto a Frank Drake y otros expertos diseñaron un mensaje que sería enviado a 25.000 años luz; una postal que tendría como destinatarias unas 400.000 estrellas y en la que usando una codificación binaria se enviarían algunos aspectos distintivos sobre los seres humanos.

Arecibo

El mensaje tenía una longitud de 1679 bits, un número que no es casual y que procede de multiplicar dos números primos, el 23 y 73, para que el mensaje se viese por donde se viese, siempre tuviese una forma rectangular de 23 filas y 73 columnas o 23 columnas y 73 filas, pudiéndose leer de cualquiera de las formas. Pero, ¿cuál es el contenido de esta postal enviada al espacio? La idea era enviar al espacio un mensaje en el que se describiesen aspectos de la Tierra y la especie humana, eso sí, teniendo en cuenta que los unos representan separaciones de información y los ceros son el fondo del dibujo.

¿Y cómo se envió el mensaje? El mensaje, tal y como hemos comentado, está codificado en binario y se trasladó a un señal que usaba modulación en frecuencia usando una portadora a 2380 MHz con una potencia de 1000 kW en la que se provocaban desplazamientos de frecuencia de 10 Hz con una tasa de 10 bits por segundo, es decir, que gracias a este sistema el mensaje fue transmitido en menos de 3 minutos.

El código del mensaje

El primer grupo de bits enviados en el mensaje se correspondía a los números del 1 al 10 codificados en binario, es decir, una primera parte del mensaje destinada a enviar nuestro sistema numérico para que sirviese de base para el detectar estos patrones en el resto del mensaje.

Elementos básicos

Además del envío del sistema decimal como código básico para entender el mensaje, la segunda sección del Mensaje de Arecibo contenía otro conjunto de unidades básicas: símbolos de la tabla periódica de elementos. ¿Símbolos químicos? Efectivamente, se enviaron los símbolos de los elementos básicos que sustentan la vida en la Tierra, es decir, el Hidrógeno (representado por el 1), el Carbono (representado por el número 6), el Nitrógeno (representado por el número 7), el Oxígeno (representado por el número 8) y el Fósforo (representado por el número 15), los 5 componentes del ADN de los cuales se envió su número atómico.

Nucleótidos

Tras enviar la base del mensaje y los elementos del ADN, el siguiente grupo de símbolos del mensaje (distribuidos en tres bloques) enviaban las bases con las que se forma el ADN, es decir, los nucleótidos (las moléculas que unidas forman el ADN y el ARN) que, como no, están compuestos por los elementos básicos y los números de átomos de cada uno de éstos:

  • Tercer bloque del mensaje: Desoxirribosa (C5OH7), Adenina (C5H4N5), Citosina (C5H5N2O2) y Desoxirribosa (C5OH7)
  • Cuarto bloque del mensaje: Fosfato (PO4), que fue enviado dos veces, al inicio y al final del bloque
  • Quinto bloque del mensaje: Desoxirribosa (C5OH7), Timina (C5H5N3O), Guanina (C5H4N5O) y Desoxirribosa (C5OH7)
  • Sexto bloque del mensaje: de nuevo el Fosfato (PO4) transmitido 2 veces, al inicio y al final del bloque.

El ADN

El séptimo bloque del mensaje subía un nivel la complejidad y, como no, se basaba en los conceptos transmitidos en los bloques anteriores. Si en los bloques 3 a 6 se enviaron las piezas básicas del ADN, el bloque número 7 unía estas piezas y enviaba un dibujo de la doble hélice que simboliza la cadena del ADN de los seres vivos y a la que se añadió una barra central de separación que codificaba el número 4.300 millones (aunque posteriores estudios han demostrado que el genoma humano está compuesto por 3200 millones de pares de bases).

La Humanidad

El bloque número 8 también subía un nivel más la complejidad conceptual y si en el séptimo se representaba al genoma, en la octava se busca representar al ser humano. La presentación del ser humano viene representada por 3 símbolos:

  • El primer símbolo representa el número 14, un valor que multiplicado por la longitud de onda del mensaje (126 mm) da como resultado 1764 mm, es decir, la altura media de un ser humano.
  • El elemento central representa la forma del ser humano en la que podemos distinguir perfectamente cabeza, tronco y extremidades
  • El tercero de los símbolos codifica la población humana de 1974 codificada en 32 bits, es decir, el 4.292.853.750

El Sistema Solar

Identificado el remitente del mensaje, la humanidad, el bloque número 9 representa nuestra ubicación y, para ello, utiliza una representación del Sistema Solar en el que se codifican el Sol y los planetas (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Npetuno y Plutón), codificando cada uno de estos cuerpos celestes en base a un número de puntos que representan el tamaño de éstos y en los que, además, se introducen unos espacios extras de separación para la Tierra para que quede claro de dónde viene el mensaje.

El Telescopio

Si en el bloque número 9 se codificaba nuestra ubicación en el espacio, el bloque número 10 cerraba el mensaje con una representación del punto exacto del que salió el mensaje, es decir, el Radiotelescopio de Arecibo. ¿Y cómo se codificó esta parte del mensaje? Codificando el número 2340 que multiplicado por la longitud de onda del mensaje daba como resultado el diámetro de la antena, 306,18 metros.

¿La respuesta?

Es complicado afirmar si alguna vez tendremos respuesta a este mensaje puesto que tardará 25.000 años en llegar a su destino y, en el caso de obtener respuesta, otros 25.000 años en llegar al Radiotelescopio de Arecibo, por tanto, esta experiencia fue más una demostración tecnológica que un intento de contacto con seres extraterrestres, si bien la experiencia me parece bastante bonita y bastante didáctica.

Quién sabe si algún día obtendremos respuesta a esta postal pero lo que sí que está claro es que la codificación del mensaje es, sencillamente, magistral.

Mientras tanto, para celebrar este aniversario podemos oír este mensaje gracias a un montaje realizado por el Profesor Ehrhard Behrends de la Universidad Freie de Berlín.





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