noviembre 16, 2011

Albert Hofmann, Steve Jobs y el “efecto” del LSD en sus vidas

Albert Hofmann, Steve Jobs y el “efecto” del LSD en sus vidas:

Tomar LSD fue una de las dos o tres cosas más importantes que he hecho en mi vida. Bill Gates sería un tipo más abierto si hubiera tomado ácido alguna vez. Las personas que nunca han tomado ácido nunca me entenderán completamente…

Quizá hubiera alguno que no lo sabía pero estas palabras corresponden a Steve Jobs. El gurú de Apple hablaría así de la sustancia en el año 2005 durante una entrevista en el New York Times. Sus palabras venían a refrendar lo que tantas veces se ha comentado del Steve Jobs contracultural. Cuentan que tras su viaje a la India en la década de los 70, permaneciendo allí alrededor de siete meses, algo había cambiado en él. Esa especie de viaje iniciático sería probablemente la etapa donde comenzó a experimentar con la droga psicodélica. Sin saberlo, las palabras del hombre que elevó a Apple lo habían conectado con otro gurú que vivía a miles de kilómetros de Estados Unidos. La entrevista había llegado al científico e inventor del LSD Albert Hofmann.

Nacido en Basilea (Suiza) en 1906, Albert Hofmann fue un químico e intelectual reconocido al que la historia recordará como el hombre que describió la estructura de la quitina y por haber sintetizado por primera vez lo que hoy llamamos comúnmente LSD.

Tras acabar su doctorado en 1929, Hofmann comenzó a trabajar en los Laboratorios Sandoz. En 1938 Hofmann pasaría a la historia. Se encontraba estudiando en el laboratorio el hongo del cornezuelo como parte de un programa donde se trataba de purificar y sintetizar los componentes activos de plantas medicinales para su posterior uso en fármacos. Ese año sintetizó por primera vez el LSD-25 con el fin de conocer los derivados del ácido lisérgico. Tras su análisis, la dietilamida del ácido se mantendría guardada hasta 1943.

Ese año la volvería a sintetizar. El científico creía que tras esa extraña sustancia podrían existir propiedades que hasta ahora no se habían descubierto en las primeras investigaciones. El 16 de abril de 1943 se convertiría en la primera persona en probar los efectos de la sustancia. Mientras purificaba y cristalizaba el LSD, el hombre describió en un informe la pequeña absorción que realizó con una pequeña dosis en la punta de los dedos:

Viernes 16 de abril, 1943, me vi forzado a interrumpir mi trabajo en el laboratorio a media tarde y dirigirme a casa al encontrarme afectado por una notable inquietud, combinada con cierto mareo. En casa me tumbé y me hundí en una condición de intoxicación no-desagradable, caracterizada por una imaginación extremadamente estimulada. En un estado parecido al del sueño, con los ojos cerrados (encontraba la luz del día desagradablemente deslumbrante), percibí un flujo ininterrumpido de dibujos fantásticos, formas extraordinarias con intensos despliegues caleidoscópicos. Esta condición se desvaneció dos horas después.

A partir de ese momento dedicaría parte de su vida al estudio de la sustancia y sus posibles usos en terapias paliativas.

Volviendo a la historia entre Jobs y Hofmann, el científico se preguntó tras leer la entrevista hasta qué punto había influido en la vida de Jobs y en el crecimiento de Apple tras su pasado con el ácido.

En el 2007, Rick Doblin, amigo de Hofmann y director de la Asociación Multidisciplinar de Estudios Psicodélicos (MAPS), se encontraba en esos momentos trabajando en un nuevo estudio sobre el uso del LSD como psicoterapia en pacientes con ansiedad asociada a enfermedades terminales. Doblin le habló a Hoffman de Jobs y le dijo que era fan de la droga.

Este hecho le recordó al científico la entrevista a Jobs y se decidió a contactar con el gurú de Apple. Con 101 años cumplidos, el inventor del LSD escribía la siguiente nota personal a Jobs. Si una persona tan relacionada al éxito como Jobs pudiera apoyar los últimos estudios o la importancia positiva que había tenido en su vida, Hofmann habría contribuido por última vez al desarrollo de la misma:

Estimado Sr. Steve Jobs,

Soy Albert Hofmann. Entiendo lo que has contado a los medios de comunicación sobre cómo el LSD ayudó en tu creatividad y en el desarrollo de Apple Computers, en tu búsqueda espiritual personal. Estoy interesado en aprender más sobre cómo el LSD te fue útil.

Te estoy escribiendo ahora, poco después de mi 101 cumpleaños, para solicitarte el apoyo en el estudio propuesto por el psiquiatra suizo Dr. Peter Gasser sobre el LSD como ayuda de la psicoterapia en pacientes con ansiedad asociada a una enfermedad potencialmente terminal. El estudio se convertirá en la primera psicoterapia asistida por LSD en más de 35 años y será patrocinada por MAPS.

Espero que puedas ayudarme,

Sinceramente
Albert Hofmann

Nos quedaremos toda la vida con las ganas de saber la respuesta de Jobs. Hofmann moriría meses después de enviarle la carta, la cual ha visto la luz este año. Nunca sabremos hasta qué punto influyó en Jobs el consumo del LSD ni la importancia (o no) que tuvo para Apple. Para Hofmann si hubo premio antes de su muerte. La sustancia a la que le dedicó parte de su vida tuvo una última victoria a finales del 2007. Las autoridades suizas permitieron que se llevaran a cabo experimentos en psicoterapia con pacientes que sufren de enfermedades físicas terminales. Se trataba del primer estudio sobre los efectos terapéuticos del LSD tras 35 años.





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